De Alar del Rey a Frómista: Este tramo contempla una longitud de 57 kilómetros y es uno de los más bellos del Canal del Castilla, ya que se inicia en el nacimiento de esta magna obra de ingeniería hidráulica con 150 años de antigüedad. Se enmarca dentro del valle del río Pisuerga. Los caminos de sirga son de tierra batida bien compactada con vegetación en las orillas y en buen estado. Discurren por la misma orilla del Canal, lo que permite al senderista disfrutar de toda la arquitectura de este río artificial, atravesando puentes, esclusas, dársenas y acueductos.
Las localidades más importantes que se encuentran en su recorrido son Alar de Rey, Osorno, Frómista y Herrera de Pisuerga, donde está el Centro de Interpretación del Canal de Castilla en la presa de San Andrés.
Con una buena señalización, la Vía Verde se engloba en el conjunto de aquellas que no nacieron al hilo del trazado del tren pero que reúnen características similares.
De Palencia a Valladolid: Entre la dársena de la capital palentina y la de Valladolid, final del denominado Ramal Sur del Canal de Castilla, discurre esta Vía Verde. Un recorrido llano escoltado de vegetación y arboledas que permite el tránsito a los senderistas sobre un lecho bien cuidado de tierra compactada. La vía atraviesa por localidades de gran interés histórico como la propia capital de Palencia, la villa de Dueñas, en tierras palentinas, Cubillas de Santa Marta y Corcos del Valle. La Denominación de Origen de los vinos de Cigales abraza estos tres términos municipales, los dos últimos en la provincia de Valladolid.
El monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos, que roza el camino de sirga muy cerca del Puente de Cabezón de Pisuerga, merece una visita.
Pese a que por estos senderos nunca pasó el tren, la Vía Verde Canal de Castilla cumple el resto de las características que se engloban bajo esta nomenclatura.
El tramo se construyó en dos fases. La primera, entre 1792 y 1804, corrió a cargo de Juan de Homar (de El Serrón hasta Dueñas). Epifanio Esteban fue el responsable de la ejecución del tramo restante, que se levantó entre 1831 y 1835.
Tanto la dársena de Palencia como la de Valladolid fueron el punto de entrada y salida de las numerosas barcazas que navegaron por el Canal.
En los mejores tiempos el número de embarcaciones llegó a superar las 300. Barcos que eran arrastrados desde las orillas por animales de tiro, principalmente mulas, y que transitaban por los caminos de sirga habilitados en las márgenes del Canal.
Junto a esta esclusa sigue en pie la vivienda del esclusero y el Canal se adentra ya por tierras de la Denominación de Origen Cigales, famosa por sus vinos rosados y cada vez más consolidada en los tintos. De este pueblo, dentro de la provincia de Valladolid, hay que resaltar la iglesia parroquial de Santa Marta.
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